En algún momento fueron usados, sirvieron a los seres humanos, tuvieron una función, hasta que, no sabemos el porqué, dejaron de ser útiles y fueron abandonados. Debido a la vegetación salvaje, o la ruina, quedaron ocultos. Poco a poco, sin darnos cuenta, fueron alejados de la memoria y arrinconados en el olvido. Apartados de la vista por muchos años, a veces siglos, arruinados, perduran hoy, sin interés para la sociedad, ignorados, aislados e invisibles. Sólo en algunas ocasiones son rescatados del recuerdo, y acercados al presente, para volver a ser útiles por un instante, dando cobijo a algún vagabundo sin techo, que igualmente ha sido abandonado por el mundo, aunque, la mayor parte del tiempo, ni siquiera eso.
Texto y fotografías: Un río lo cruza