El valle del río Algodor y un cuenco campaniforme

Hoy, dando un paseo en bici por el valle del río Algodor, me he acordado del cuenco campaniforme que se encuentra depositado en el Museo Arqueológico Nacional que, al parecer, según se indica en su ficha, procede de este sitio.


En algún lugar de este valle del río Algodor se encontró, a finales del siglo XIX o principios del XX, el cuenco campaniforme estilo Ciempozuelos de Algodor. No se conoce el lugar exacto donde apareció. Fue adquirido por el Museo Arqueológico Nacional y procedía de la colección de D. Antonio Vives, bajo cuya dirección se había excavado, en 1894, la necrópolis de la Cuesta de la Reina, en Ciempozuelos, donde se descubrieron los vasos campaniformes que, desde entonces, dan nombre al estilo propio del sector central de la Península Ibérica.

El cuenco de Algodor es una cerámica bruñida al interior, y en el exterior presenta decoración incisa, impresa y pseudo-excisa. Tiene una altura de 6,80 cm, un diámetro de 15 cm., y un grosor de 0,70 cm. La decoración geométrica destaca sobre el fondo oscuro de la arcilla, mediante la incrustación de pasta blanca.


El campaniforme es un fenómeno que se da en gran parte de Europa, incluida España, a finales del calcolítico y principios de la Edad del Bronce, aproximadamente entre el 2500 y el 2000 antes de nuestra era. El vaso acampanado que le da nombre, ha aparecido, con diferencias estilísticas, disperso ampliamente por toda Europa, lo que ha dado pie a que se hable de un fenómeno globalizado. Aunque inicialmente a este horizonte o periodo se lo denominó cultura del vaso campaniforme, y se vinculó al movimiento de poblaciones que se habrían ido desplazando, desde hace tiempo esta teoría se ha desechado, y se apuesta más por el movimiento de ideas, pequeños talleres de artesanos itinerantes, o redes de comercio e intercambio.



Aunque también aparece en los poblados, la mayoría de esta cerámica se ha descubierto en lugares de enterramiento, donde junto a otros elementos, generalmente aparecen asociados tres tipos cerámicos: cuenco, cazuela y vaso. Encontramos enterramientos con este tipo de cerámica tan peculiar, pero otras tumbas sólo tienen cerámicas lisas, y también las hay sin ajuares. Hay que tener en cuenta, además, que, debido a la proporción de enterramientos descubiertos, se estima que no toda la población se enterraba. Esta diferencia de tratamiento funerario ha hecho postular que los enterrados con campaniforme eran las élites. Es en estos momentos cuando empieza a detectarse la diferenciación social. Aparecen asociados a este tipo de cerámica, igualmente, hombres y mujeres.


No se tienen noticias de excavaciones arqueológicas en las que se hubiera descubierto este cuenco, por lo que es posible que proceda del saqueo de alguna tumba encontrada de forma casual, y que todavía exista la necrópolis de la que debía formar parte. En todo caso, el valle del Algodor, con agua, vegas fértiles y suaves laderas, que desemboca en un gran río, parece un buen sitio para el asentamiento humano, por lo que seguro que existen yacimientos aun por descubrir.